Hoy se ha iniciado la fase del Intercapítulo dedicada al “conocimiento de la realidad”. Hemos sido introducidas por el P. Marko Ivan Rupnik, sj, a una lectura sapiencial del contexto histórico-eclesial. Ha surgido un fuerte llamado a la vida religiosa: tener el coraje de asumir una mentalidad contemplativa, un modo de pensar más auténticamente cristiano, eucarístico, comunional, simbólico.
En nuestro tiempo – ha subrayado el relator – debemos dar el primado a la vida y revelar un nuevo modo de existir. Para esto es necesario no caer en la trampa del individualismo que invade y que hace imposible la convivencia fraterna, la eficacia apostólica y el testimonio. Es necesario abrirse a la vida nueva, aquella de Cristo, la de la comunión divina, que se realiza en el amor filial y fraterno. La eficacia apostólica es dada solamente por la comunión fraterna y el amor, por nuestro vivir y actuar a imitación del amor trinitario.
La vocación de la mujer es a la maternidad física y espiritual. A esta humanidad herida nosotras, mujeres apóstoles, como madres, somos llamadas a comunicar Vida.