La celebración eucarística en la sotocripta de la Basílica S. María Reina de los Apóstoles, ha abierto esta mañana nuestro Intercapitulo, al cual participan, con el Gobierno general, las superioras provinciales y delegadas de las Circunscripciones del mundo y las animadoras de las casas dependientes. En este momento solemne de oración ha sido muy grata la presencia de las hermanas y hermanos de la Familia Paulina.
Don Vito Fracchiolla, Vicario general de la Sociedad San Pablo, comentando la Palabra de Dios, ha recordado cómo las situaciones difíciles que a veces vivimos están destinadas a producir vida, porque el Espíritu nos esta guiando hacia aquel “todavía no”, al cual la Congregación aspira. Su augurio es de afrontar el presente con esperanza: animándonos a la paciencia, a la perseverancia y a la confianza en los tiempos de Dios. Nos ha exhortado también a vivir el Intercapitulo, sintiéndonos todas en la misma barca, filtrando todo – reflexiones, búsqueda y diálogo – a la luz del Espíritu, porque es el Espíritu que construye, viniendo en ayuda de nuestra debilidad.
Sor Anna Maria Parenzan, en la tarde, ha introducido los trabajos recordando los objetivos del Intercapitulo: evaluar nuestro recorrido y adecuarlo a la realidad actual, lanzándonos adelante hacia el 11° Capitulo general, no postergando las opciones que se pueden realizar hoy. Su invitación es a abrir el corazón a la realidad global de la Congregación, olvidando cada una por un momento el propio pequeño mundo. El camino del Intercapitulo se pone en continuidad ideal con el Seminario sobre la mística apostólica, recientemente celebrado, que también ha confiado a la Congregación importantes reflexiones y prioridades para el camino futuro.