Faltan cuatro días para la clausura del Intercapítulo. Hoy hemos trabajado intensamente para dejar lista la prioridad y tres modalidades concretas para proseguir el camino hacia el 11º Capítulo general, tratando de adecuar el paso a las reales exigencias de nuestras comunidades, sin jamás, sin embargo, bajar el tiro. En el librito dedicado a la vida del Pequeño Plácido, joven monje educado espiritualmente por san Benito, hay una viñeta graciosa, en la cual Plácido trata de dar en el blanco con un pequeño fusil. A sus espaldas, san Benito dice: “Recuerda que para dar en el blanco debes siempre apuntar más alto”. La anécdota habla por sí misma: es bello fijarse “el máximo” para alcanzar “lo posible”.
Deseamos, hermanas, confiarles tres verbos que se han repetido, como un leitmotiv, en los discursos de nuestro Intercapítulo: evaluar, profundizar, progresar.
Evaluar: en la serenidad, con alegría por las luces y sin temor a las sombras, hemos enfrentado nuestra realidad y nos hemos ayudado a detectar los itinerarios más coherentes con la situación actual.
Profundizar: hemos sentido la necesidad de escucharnos en profundidad, de detenernos a reflexionar, de prestar atención a la voz de Dios y luego acordar propuestas concretas y vitales.
Progresar: el “me lanzo hacia adelante” paulino ha sido cada día un llamado muy fuerte. Progresar, caminando sobre las cuatro ruedas del carro paulino. Progresar “un poquito cada día”, según aquel lema que ha llevado a Maggiorino a las cumbres de la mística.
Queridas hermanas, estos tres verbos reflejan el espíritu de nuestro trabajo, en el cual ustedes han estado siempre afectuosamente presentes. Hasta mañana.